El burro y la estrella que no podía brillar

En un hermoso campo verde, lleno de flores de colores, vivía un burro llamado Burrito. Burrito era un burro muy simpático y siempre tenía una sonrisa en su cara. Le encantaba pasear por el campo, jugar con sus amigos y, sobre todo, mirar el cielo por la noche.

Una noche, mientras miraba las estrellas brillar, vio algo extraño. Una estrella, que normalmente era muy brillante, estaba apagada. Burrito se acercó a su amigo el búho y le dijo:

— ¡Mira, Búho! Esa estrella no brilla. ¿Por qué estará así?

El búho, que era muy sabio, respondió:

— Esa estrella se llama Estrellita. Ella ha perdido su brillo porque se siente triste.

Burrito frunció el ceño y dijo:

— ¡Oh, no! Debemos ayudarla. ¡No puede estar triste!

Así que, decidido a ayudar, Burrito comenzó a pensar en cómo podría hacer que Estrellita volviera a brillar. Se acercó a un grupo de mariposas que danzaban en el aire y les preguntó:

— ¿Mariposas, saben cómo puedo ayudar a Estrellita?

Las mariposas, con sus alas brillantes, respondieron:

— Quizás necesita un poco de alegría. ¡Vamos a hacerle una fiesta!

Burrito saltó de alegría.

— ¡Eso es! ¡Haremos una fiesta para Estrellita!

Entonces, Burrito y las mariposas comenzaron a preparar la fiesta. Invitaron a todos los animales del campo: las ranas, los patos, los conejos y hasta a la tortuga. Todos estaban emocionados por la idea.

Cuando llegó la noche, el cielo estaba lleno de estrellas, pero Estrellita seguía apagada. Burrito se puso un sombrero de fiesta y dijo:

— ¡Amigos, es hora de sorprender a Estrellita!

Todos los animales se reunieron en un claro del campo y comenzaron a cantar:

¡Estrellita, ven a jugar! ¡Hoy es tu fiesta, ven a brillar!

Estrellita, desde lo alto, escuchó la música y las risas. Se asomó un poco y vio a todos sus amigos reunidos. Se sintió un poquito mejor, pero aún no brillaba.

Burrito, al ver que Estrellita no se iluminaba, decidió hacer algo más. Se subió a una colina y gritó:

— ¡Estrellita! ¡Mira lo que hemos hecho por ti! ¡Ven y únete a nuestra fiesta!

Estrellita, con su luz apagada, respondió:

— Pero, Burrito, no puedo brillar. Estoy muy triste y no sé cómo volver a ser la estrella que era.

Burrito, con su corazón lleno de cariño, le dijo:

No te preocupes, Estrellita. A veces, solo necesitamos un poco de amor y amistad para volver a brillar.

Los animales comenzaron a aplaudir y a animar a Estrellita. Las mariposas volaron hacia el cielo y comenzaron a danzar alrededor de ella, creando un espectáculo de luces y colores. Los conejos saltaron y las ranas croaron con alegría.

¡Vamos, Estrellita! ¡Tú puedes! —gritó una de las mariposas.

Estrellita sintió cómo la alegría de sus amigos llegaba hasta ella. Poco a poco, comenzó a recordar lo que era ser una estrella brillante. Cerró los ojos y dejó que el amor de sus amigos la envolviera.

De repente, un destello de luz apareció en el cielo. ¡Pum! Estrellita empezó a brillar, primero un poco, y luego, ¡con toda su fuerza! Era la estrella más hermosa del cielo.

¡Miren! ¡Lo logró! —gritó Burrito con emoción.

Los animales aplaudieron y vitorearon. Estrellita, ahora brillante y feliz, dijo:

Gracias, amigos. Gracias, Burrito. Sin ustedes, nunca habría podido volver a brillar.

Burrito sonrió y respondió:

Lo hiciste tú, Estrellita. Solo necesitabas un poco de amor y apoyo.

Estrellita, llena de gratitud, iluminó el cielo con su luz. Desde esa noche, siempre que los animales del campo miraban al cielo, podían ver a Estrellita brillando más que nunca.

Y así, Burrito aprendió que incluso los más pequeños, como él, podían hacer grandes cosas. A veces, solo necesitaban un poco de valor y un gran corazón.

Cada noche, Estrellita iluminaba el camino de Burrito y sus amigos, recordándoles que la amistad y el amor son los mejores brillos que podemos tener.

Desde entonces, cada vez que alguien se sentía triste, Burrito y sus amigos organizaban una fiesta. Porque sabían que con un poco de alegría, todos podían brillar.

Y así, en el hermoso campo verde, Burrito, Estrellita y todos sus amigos vivieron felices, iluminando la noche con su amor y su amistad.

Fin.

Puntúa este cuento
Foto del avatar
Cuentomanía

Don Cuento es un escritor caracterizado por su humor absurdo y satírico, su narrativa ágil y desenfadada, y su uso creativo del lenguaje y la ironía para comentar sobre la sociedad contemporánea. Utiliza un tono ligero y sarcástico para abordar los temas y usas diálogos rápidos y situaciones extravagantes para crear un ambiente de comedia y surrealismo a lo largo de sus historias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *