Los Músicos de Bremen

Había una vez en un bosque frondoso, un burro llamado Bruno que trabajaba muy duro para su dueño. Un día, su dueño le gritó:
—¡Eres un burro viejo y ya no sirves para nada! ¡Te voy a echar!
Bruno, triste, decidió escapar y buscar un nuevo hogar. Mientras caminaba, se encontró con un perro llamado Rocco. Rocco también había sido maltratado.
—Hola, burro. ¿A dónde vas? —preguntó Rocco.
—Voy a Bremen para convertirme en músico. ¿Te gustaría venir? —dijo Bruno.
—¡Claro! Siempre he querido cantar.

Juntos continuaron su camino y pronto encontraron a una gata llamada Luna. Ella estaba sentada en una caja, mirando con tristeza.
—¿Qué te pasa, Luna? —preguntó Rocco.
—Mi dueño me echó porque decía que ya no cazaba ratones —respondió Luna.
—¡Ven con nosotros a Bremen! —exclamó Bruno. —Podemos formar una banda.
Luna sonrió y se unió a ellos.

Más adelante, se encontraron con un gallo llamado Pipo, que estaba muy asustado.
—¿Por qué lloras, Pipo? —preguntó Luna.
—Los humanos quieren hacerme sopa porque canto demasiado —dijo Pipo, temblando.
—¡No te preocupes! Ven con nosotros. ¡Vamos a Bremen! —dijo Bruno.

Los cuatro amigos, ahora unidos, se dirigieron a Bremen. En el camino, decidieron practicar su música.
—Yo puedo tocar el tambor —dijo Bruno, golpeando su barriga.
—Y yo puedo cantar muy fuerte —dijo Pipo, alzando la voz.
—Yo haré melodías suaves —dijo Luna, maullando dulcemente.
—Y yo tocaré la guitarra con mi cola —dijo Rocco, moviendo su cola felizmente.

Mientras practicaban, se encontraron con una casa en el bosque. Dentro, había unos ladrones contando su botín.
—¡Mira esos ladrones! —susurró Rocco.
—¡Vamos a asustarlos! —dijo Bruno.

Los cuatro animales se pusieron en posición. Bruno empezó a golpear su barriga, Rocco ladró fuertemente, Luna maulló y Pipo cantó con todas sus fuerzas. ¡Qué ruido tan espantoso! Los ladrones, asustados, pensaron que una banda de monstruos había llegado.
—¡Huyamos! —gritó uno de los ladrones.

Los ladrones salieron corriendo, dejando atrás su tesoro. Los cuatro amigos, al ver que se habían ido, entraron a la casa.
—¡Miren todo esto! —dijo Pipo, mirando las monedas brillantes.
—Podemos usarlo para vivir en Bremen —sugirió Luna.
—Sí, ¡seremos los mejores músicos de la ciudad! —exclamó Bruno.

Y así, los cuatro amigos, felices y contentos, decidieron no solo ir a Bremen, sino también compartir su música y su nueva fortuna. Desde ese día, nunca más fueron maltratados, y vivieron juntos en armonía, creando la banda más famosa del lugar.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

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Cuentomanía

Don Cuento es un escritor caracterizado por su humor absurdo y satírico, su narrativa ágil y desenfadada, y su uso creativo del lenguaje y la ironía para comentar sobre la sociedad contemporánea. Utiliza un tono ligero y sarcástico para abordar los temas y usas diálogos rápidos y situaciones extravagantes para crear un ambiente de comedia y surrealismo a lo largo de sus historias.

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