Había una vez una pequeña biblioteca en el corazón de un pueblo lleno de niños curiosos. A todos les encantaba ir allí para leer y aprender nuevas historias. Pero había algo muy especial en esta biblioteca: ¡un monstruo curioso se escondía entre los libros!
Un día, Sofía y su amigo Lucas decidieron pasar la tarde en la biblioteca. Mientras buscaban un libro sobre dinosaurios, escucharon un ruido extraño.
—¿Escuchaste eso, Lucas? —preguntó Sofía, con los ojos muy abiertos.
—Sí, parece que viene de la sección de cuentos de hadas —respondió Lucas, intrigado.
Los dos niños caminaron despacito hacia la sección de cuentos de hadas. Al llegar, vieron que uno de los libros estaba ligeramente fuera de lugar. Cuando Sofía lo tocó, el libro se abrió y una nube de polvo salió volando.
—¡Achís! —estornudó Lucas.
De repente, apareció ante ellos un pequeño monstruo de color verde, con ojos grandes y brillantes. No tenía nada de aterrador, más bien parecía curioso y amistoso.
—¡Hola! —dijo el monstruo con una voz suave—. Me llamo Biblio, y soy el monstruo de esta biblioteca.
—¡Wow! —exclamó Sofía—. ¡Nunca habíamos visto un monstruo que viva en una biblioteca!
—¿Qué haces aquí, Biblio? —preguntó Lucas, aún sorprendido.
—Me encanta leer y aprender cosas nuevas —explicó Biblio—. Pero a veces me siento solo porque nadie sabe que existo. ¿Quieren ser mis amigos?
Sofía y Lucas se miraron y sonrieron.
—¡Claro que sí! —respondieron al unísono.
Biblio les mostró su rincón secreto, lleno de libros mágicos que podían hablar y moverse. Los niños estaban fascinados y querían saber más.
—Miren este libro —dijo Biblio, señalando uno con una portada dorada—. Es un libro de cuentos que cobra vida cuando lo lees en voz alta.
Sofía abrió el libro y comenzó a leer una historia sobre un dragón valiente y una princesa aventurera. De repente, las ilustraciones del libro empezaron a moverse y los personajes cobraron vida.
—¡Es increíble! —dijo Lucas, maravillado.
Pasaron la tarde leyendo y descubriendo más libros mágicos con la ayuda de Biblio. Cada historia era una nueva aventura y aprendieron que los libros son verdaderos amigos que siempre están ahí para enseñarles cosas nuevas.
Cuando llegó la hora de irse, Biblio les pidió un favor.
—Por favor, no le digan a nadie sobre mí. Quiero seguir siendo un secreto de la biblioteca.
—No te preocupes, Biblio —dijo Sofía—. Tu secreto está a salvo con nosotros.
—¡Volveremos pronto! —añadió Lucas, mientras se despedían.
Al día siguiente, Sofía y Lucas no podían esperar para regresar a la biblioteca y pasar más tiempo con su nuevo amigo Biblio. Sabían que cada visita sería una nueva aventura y que aprenderían muchas cosas más.
Y así, Sofía, Lucas y Biblio se convirtieron en grandes amigos, compartiendo mágicas historias y descubriendo el maravilloso mundo de los libros. El misterio del monstruo de la biblioteca se convirtió en su secreto especial, y cada día era una nueva oportunidad para aprender y crecer juntos.
Fin.