Había una vez un patito llamado Tito. Tito era muy tímido y siempre se escondía detrás de su mamá. Un día, Tito escuchó algo en el viento: «Busca tu coraje, Tito». Tito decidió que era hora de encontrar su coraje perdido.
Tito salió del estanque y empezó a caminar. Se encontró con una rana llamada Rana.
—Hola, Tito —dijo Rana—. ¿A dónde vas?
—Voy a buscar mi coraje —respondió Tito.
—¡Qué valiente! —exclamó Rana—. Te acompaño un rato.
Juntos, Tito y Rana cruzaron un campo de flores. De repente, escucharon un ruido fuerte. Tito se asustó y quiso esconderse, pero Rana le dijo:
—No te preocupes, Tito. Estoy contigo.
Tito respiró hondo y siguió caminando. Pronto llegaron a un gran árbol donde vivía una ardilla llamada Lila.
—Hola, Tito y Rana —dijo Lila—. ¿Qué hacen por aquí?
—Buscamos el coraje de Tito —contestó Rana.
—¡Qué emocionante! —dijo Lila—. Puedo ayudarles.
Los tres amigos caminaron juntos hasta que llegaron a una colina. Tito miró hacia abajo y vio su estanque. Se dio cuenta de que había llegado muy lejos.
—Lo hice —dijo Tito con una sonrisa.
Rana y Lila lo felicitaron. Tito había encontrado su coraje. Y esa noche, Tito durmió tranquilo, sabiendo que era un patito muy valiente.
Fin