Caracol y la melodia del bosque lluvioso

Había una vez un pequeño caracol llamado Cascabel, que vivía en un hermoso bosque. Este bosque era especial, porque cuando llovía, las gotas de agua caían sobre las hojas y hacían un sonido muy bonito. Cascabel siempre se asomaba por su casa, una concha brillante y colorida, para escuchar la melodía que formaban las gotas.

Un día, mientras la lluvia caía suavemente, Cascabel se deslizó por el tronco de un árbol. “¡Qué música tan hermosa!” dijo mientras movía su pequeño cuerpo al ritmo de la lluvia. “Tengo que compartir esto con mis amigos!”

Primero, se encontró con Tito, el sapo. Tito estaba sentado en una piedra, mirando las gotas de lluvia.

—¡Hola, Tito! —exclamó Cascabel—. ¡Escucha la música de la lluvia!

Tito levantó la cabeza y sonrió. “No escucho nada especial, solo la lluvia.”

—¡Pero es una melodía mágica! —insistió Cascabel—. ¡Ven conmigo!

Así que Cascabel y Tito se deslizaron juntos por el bosque. Cascabel guiaba a Tito hasta un claro donde las gotas caían sobre un montón de hojas.

—¡Mira! —dijo Cascabel—. Escucha cómo suenan las gotas al caer.

Tito cerró los ojos y escuchó atentamente. “¡Oh! Ahora lo entiendo. Es como una canción alegre.”

—¡Sí! —gritó Cascabel emocionado—. ¡Vamos a compartirlo con los demás!

Siguieron su camino y pronto encontraron a Luna, la mariposa. Luna revoloteaba entre las flores, disfrutando de la lluvia.

—¡Hola, Luna! —llamó Cascabel—. ¡Ven a escuchar la música de la lluvia!

Luna se posó en una hoja y sonrió. “¿Música? ¿De la lluvia?”

—Sí, ¡es maravillosa! —dijo Cascabel—. ¡Escucha!

Luna se quedó en silencio y, al escuchar el suave murmullo de las gotas, sus ojos se iluminaron. “¡Es cierto! Suena como un canto de hadas.”

—¡Exactamente! —dijo Cascabel—. ¡Vamos a invitar a más amigos!

Así que los tres amigos, Cascabel, Tito y Luna, decidieron ir a buscar a Roco, el erizo. Roco estaba escondido bajo un arbusto, tratando de mantenerse seco.

—¡Hola, Roco! —gritaron al unísono—. ¡Ven a escuchar la música de la lluvia!

Roco salió de su escondite y se sacudió las espinas. “¿Música de la lluvia? Nunca he oído eso.”

—¡Sí! —dijo Cascabel—. ¡Es mágica! Ven, te mostraremos.

Los cuatro amigos se reunieron en el claro. Cascabel les pidió que se sentaran en un círculo y cerraran los ojos.

—Ahora, escuchen —susurró—. Dejen que la música de la lluvia llene sus corazones.

Mientras las gotas caían, Cascabel comenzó a mover su cuerpo al ritmo de la melodía. Tito empezó a saltar suavemente, Luna aleteaba con gracia, y Roco movía sus patas al compás.

—¡Es tan divertido! —exclamó Tito—. ¡Siento que estamos bailando con la lluvia!

Luna sonrió y dijo: “¡Es como si el bosque estuviera cantando para nosotros!”

Cascabel se sintió muy feliz. “¿Ven? La lluvia trae música y alegría. ¡Podemos compartirla con todos los animales del bosque!”

Decidieron hacer una fiesta. Invitaron a todos sus amigos: las ardillas, los pájaros y hasta a la tortuga Tula. Cuando todos llegaron, Cascabel les explicó la magia de la música de la lluvia.

—¡Vamos a bailar! —gritó Cascabel.

Así que, bajo la suave lluvia, todos comenzaron a bailar y a cantar. “¡La lluvia es música, la lluvia es alegría!” resonaba en el aire.

Y así, el bosque lluvioso se llenó de risas y melodías, mientras todos disfrutaban de la hermosa música que solo un pequeño caracol había descubierto. Desde ese día, cada vez que llovía, los animales se reunían para celebrar la magia de la melodía del bosque lluvioso.

Cascabel sonreía, sabiendo que había compartido algo verdaderamente especial con sus amigos. Y así, el bosque nunca volvió a ser el mismo.

Puntúa este cuento
Foto del avatar
Cuentomanía

Don Cuento es un escritor caracterizado por su humor absurdo y satírico, su narrativa ágil y desenfadada, y su uso creativo del lenguaje y la ironía para comentar sobre la sociedad contemporánea. Utiliza un tono ligero y sarcástico para abordar los temas y usas diálogos rápidos y situaciones extravagantes para crear un ambiente de comedia y surrealismo a lo largo de sus historias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *