Había una vez un día soleado en el jardín de la casa de Laura. Laura era una niña risueña que le encantaba jugar con burbujas.
Un día, mientras soplaba las burbujas, una de ellas, la más grande y brillante, ¡empezó a volar! ¡Qué sorpresa tan grande!
Laura se emocionó mucho y decidió seguir a la burbuja. Corrió por el jardín, pasando por las flores y los árboles. ¡Qué aventura tan emocionante!
La burbuja la llevó a un lugar mágico, donde había hadas y mariposas. ¡Era como un cuento de hadas!
Laura jugó y rió con las hadas, pero pronto supo que era hora de regresar a casa. ¡Qué pena decir adiós!
La burbuja la llevó de vuelta a su jardín, justo a tiempo para la cena. ¡Qué buena aventura! Laura le dio las gracias a la burbuja y prometió seguir jugando al día siguiente.
Y así, cada día, Laura y las burbujas tenían nuevas aventuras juntas. ¡Qué divertido es jugar en el jardín!
FIN