Había una vez una gatita llamada Luna que vivía en una casita muy bonita. Luna era muy curiosa y juguetona. Un día, Luna se despertó muy emocionada porque ¡era su cumpleaños!
Luna corre por la casa buscando a sus amigos. Busca detrás de las cortinas, debajo de la mesa y ¡hasta en el armario! Pero no encuentra a nadie.
Luna no se rinde y sigue buscando. De repente, escucha un ruido en la cocina. ¡Es una sorpresa! Todos sus amigos están escondidos, listos para celebrar.
Hay globos de colores por todas partes y una gran tarta con velas brillantes. Luna se pone muy contenta y empieza a maullar de alegría.
Todos cantan «¡Feliz Cumpleaños, Luna!» y sopla las velas. Luna se acerca a la tarta y da un lametazo. ¡Está deliciosa!
Después de comer tarta, todos los amigos de Luna juegan y se divierten. Se suben a sillas, corren por el suelo y se esconden debajo de la mesa.
Cuando llega la noche, Luna está muy cansada pero feliz. Se acurruca en su cestita y cierra los ojos. Ha sido el mejor cumpleaños de su vida.
Y así, entre risas y juegos, termina el día de cumpleaños de Luna. Mañana será otro día lleno de aventuras y diversión. ¡Buenas noches, Luna!