Capítulo 1: La llegada a la Casa de los Muertos
Había una vez un joven llamado Lucas, un escritor en busca de inspiración para su próxima novela de terror. Había escuchado rumores sobre una casa abandonada en las afueras del pueblo, conocida como «La Casa de los Muertos». Intrigado por la historia detrás de ese lugar, decidió aventurarse a visitarla en busca de inspiración.
Al llegar a la casa, Lucas sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. La casa estaba en ruinas, con las ventanas rotas y las puertas tambaleantes. Se adentró en la oscuridad de la casa, con solo la luz de su linterna guiándolo por los pasillos polvorientos.
De repente, escuchó un susurro en la distancia. «¿Quién anda ahí?», preguntó una voz desconocida. Lucas se detuvo en seco, sintiendo el corazón latir con fuerza en su pecho. Sin embargo, decidió seguir adelante, ignorando las advertencias que resonaban en su mente.
Capítulo 2: La sombra en la oscuridad
Mientras exploraba la casa, Lucas empezó a sentir una presencia oscura a su alrededor. Sombras se movían en las paredes, susurrando palabras ininteligibles que helaban la sangre. «¿Por qué estás aquí?», susurraban las sombras, envolviendo a Lucas en un aura de miedo y desesperación.
De repente, una figura fantasmal se materializó frente a él. Era el espíritu de una mujer, con ojos vacíos y un rostro pálido como la muerte. «¡Vete de aquí antes de que sea demasiado tarde!», advirtió la figura, extendiendo una mano huesuda hacia Lucas.
Sin embargo, Lucas no pudo moverse. Una fuerza invisible lo mantenía atrapado en su lugar, mientras las sombras se cerraban a su alrededor. Sabía que había cometido un grave error al entrar en la Casa de los Muertos, pero ya era demasiado tarde para arrepentirse.
Capítulo 3: El ritual de venganza
La mujer fantasmal le contó a Lucas la historia detrás de la Casa de los Muertos. Hace muchos años, la casa había sido el escenario de un terrible crimen, donde un grupo de almas atormentadas había sido asesinado brutalmente. Desde entonces, las sombras de los fallecidos vagaban por la casa en busca de venganza.
«Tú eres el elegido para liberarnos de esta maldición», dijo la mujer, mirando fijamente a Lucas con sus ojos vacíos. «Debes realizar un ritual para liberar nuestras almas y poner fin a nuestra angustia».
Lucas sabía que no tenía otra opción. Siguiendo las instrucciones de la mujer fantasmal, comenzó a preparar el ritual en el centro de la casa. Velas negras, incienso y sangre de un sacrificio eran los ingredientes necesarios para completar el ritual de liberación.
Capítulo 4: La liberación de las sombras
Una vez que el ritual estuvo listo, Lucas encendió las velas y comenzó a recitar las palabras ancestrales que le habían sido enseñadas. El aire se llenó de un aura oscura y pesada, mientras las sombras de los fallecidos se agitaban a su alrededor.
De repente, un vórtice de energía se abrió en el centro de la habitación, absorbiendo a las sombras una a una. Gritos desgarradores resonaron en los oídos de Lucas, mientras las almas atormentadas eran arrastradas hacia la luz.
Finalmente, la casa quedó en silencio. Las sombras habían desaparecido, dejando a Lucas solo en la oscuridad. Sabía que su misión había sido cumplida, pero también sabía que la Casa de los Muertos nunca volvería a ser la misma.
Epílogo: El precio de la liberación
A medida que salía de la casa, Lucas sintió un peso en su corazón. Había liberado a las almas atormentadas, pero a qué precio. Sabía que nunca volvería a ser el mismo después de su encuentro con las sombras de los fallecidos.
Mientras se alejaba de la Casa de los Muertos, una sensación de vacío lo invadió. Había enfrentado el terror más allá de su imaginación, y ahora tendría que vivir con las consecuencias de sus acciones.
Y así, la Casa de los Muertos quedó en silencio una vez más, esperando a que otro incauto se aventurara en su interior en busca de respuestas que solo traerían más preguntas y más terror.