El Monstruo Amistoso y la Noche de las Risas

Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de altas montañas, un monstruo muy especial llamado Peludito. A diferencia de otros monstruos que asustaban a los niños, Peludito era amable y juguetón. Vivía en una cueva acogedora en lo alto de una colina, donde pasaba sus días jugando con sus amigos, los animalitos del bosque.

Un día, Peludito escuchó a unos niños hablando en voz baja mientras pasaban por la colina. Decían cosas como: «¡Tengo miedo de la noche!» y «Los monstruos salen cuando está oscuro». Peludito se entristeció al oír esto, ¡él no quería que los niños tuvieran miedo de la noche!

Decidió hacer algo al respecto. Con una sonrisa en su rostro peludo, Peludito bajó de la colina y se acercó a los niños.

«¡Hola, pequeños amigos!» exclamó Peludito con entusiasmo.

Los niños se sobresaltaron al principio, pero cuando vieron a Peludito sonriendo, se relajaron un poco.

«¿Quién eres tú?» preguntó curioso uno de los niños.

«Soy Peludito, el monstruo amistoso», respondió Peludito con orgullo. «He venido a enseñarles que la noche puede ser muy divertida».

Los niños se miraron entre sí, un poco intrigados por lo que el monstruo les decía.

«¿Cómo puede ser divertida la noche?» preguntó otro niño con incredulidad.

Peludito les lanzó una mirada traviesa y les guiñó un ojo. «¡Ven conmigo y te mostraré!»

Sin pensarlo dos veces, los niños siguieron a Peludito de regreso a su cueva en la colina. Allí, Peludito les enseñó a jugar a juegos divertidos como escondite entre las rocas y carreras por el bosque bajo la luz de la luna.

Mientras reían y jugaban, los niños se dieron cuenta de que la noche no era tan aterradora después de todo. La oscuridad se llenó de risas y diversión.

Después de un rato, los niños comenzaron a bostezar, indicando que era hora de regresar a casa.

«¡Gracias, Peludito!» dijeron con sonrisas en sus rostros. «¡Nunca más tendremos miedo de la noche!»

Peludito les guiñó un ojo y les despidió con un gran abrazo peludo. Mientras los niños se alejaban, Peludito se recostó en su cueva, contento de haber ayudado a cambiar la percepción de los niños sobre la noche.

Y así, cada noche, los niños del pueblo salían a jugar bajo la luz de la luna, recordando siempre las divertidas aventuras que compartieron con su amigo, el monstruo amistoso Peludito.

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Cuentomanía

Don Cuento es un escritor caracterizado por su humor absurdo y satírico, su narrativa ágil y desenfadada, y su uso creativo del lenguaje y la ironía para comentar sobre la sociedad contemporánea. Utiliza un tono ligero y sarcástico para abordar los temas y usas diálogos rápidos y situaciones extravagantes para crear un ambiente de comedia y surrealismo a lo largo de sus historias.

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